08 de marzo de 2021

Escenario previsible de la SST tras la pandemia por el COVID-19

Eva Barrio, Eugenio López, Julio Sánchez, Graciela Romero y Olivia Maestre. Instituto Regional para la Seguridad y Salud de los Trabajadores – IRSST

Antonio de Amescua-Seco, Maribel Sánchez-Segura, Germán Dugarte-Peña, Fuensanta Medina-Domínguez, Lisardo Prieto-González y Juan Miguel Gómez-Berbís. Universidad Carlos III de Madrid – UC3M

Según el Diccionario de la Lengua Española (DLE), prever tiene tres acepciones: 1) Ver con anticipación 2) Conocer, conjeturar por algunas señales o indicios lo que ha de suceder 3) Disponer o preparar medios contra futuras contingencias. También el DLE dice que la prevención es 1) la acción y efecto de prevenir y 2) la preparación que se hace anticipadamente con el fin de evitar un riesgo o ejecutar algo.

Los profesionales encargados de dirigir y gestionar la Seguridad y Salud de los Trabajadores (SST) se enfrentan en este momento, una vez pasado el pico del brote de SARS-CoV-2 (también simplemente llamado coronavirus o, por el nombre de la enfermedad que provoca, COVID-19), a buscar señales que les orienten para imaginar el escenario al que se enfrentarán trabajadores, empresarios y gestores de la SST.

En este artículo, nos hemos planteado buscar estas señales con el fin de poder vislumbrar el escenario que se avecinará y poder prepararnos. El objetivo no es hacer un estudio exhaustivo sino más bien encontrar las grandes señales que están surgiendo.

La búsqueda de dichas señales la hemos centrado en: La Organización Internacional de Estandarización, la Organización Internacional del Trabajo, El Foro Económico Mundial, Consultoras prestigiosas en el ámbito social y tecnológico y un estudio realizado por Chris Laszcz-Davis.

Fuente: iso.org (1)

ISO

La Organización Internacional de Estandarización (ISO) es una organización no gubernamental, independiente, constituida por 164 países, por lo que su opinión está siempre muy avalada y consensuada. La línea de trabajo de ISO, en la futura norma ISO 45003 que saldrá en 2021, se centra en la premisa de que el estrés y el miedo generado por la pandemia han tenido un gran impacto psicológico en los trabajadores. Por esta razón, ISO se ha puesto a trabajar en desarrollar una guía para gestionar la salud psicológica integrada en el sistema de gestión de la Prevención de Riesgos Laborales (PRL).

Por otro lado, ISO está recopilando lo que están haciendo todos los países para luchar contra el COVID-19 (2). Los recursos a nivel nacional son muy variados. Por ejemplo, España ha elaborado 6 nuevas normas UNE para reducir el riesgo de expansión del COVID-19 en el sector del turismo (3). Reino Unido, a través de BSI (British Standars Institution), ha desarrollado una guía para ayudar a las organizaciones a que ajusten su forma de trabajo con el fin de proteger a los trabajadores y otras personas en su lugar de trabajo de los riesgos continuos relacionados con el coronavirus que causa COVID-19. Muchos países están formulando normas para el proceso de producción de productos y Equipos de Protección Individual (EPI) (4) y la mayoría de los países han puesto acceso libre, en modo lectura, todas las normativas afectadas.

World Economic Forum (WEF)

El WEF es la Organización Internacional para la Cooperación Pública-Privada. Este Foro es mundialmente conocido porque reúne anualmente en Davos a los principales líderes políticos mundiales, empresariales y culturales para dar forma a las agendas globales, regionales e industriales.

Fuente: weforum.org (5)

El WEF, junto con la Organización Mundial de la Salud (OMS), han lanzado una iniciativa (5) para lanzar una serie de plataformas online dinámicas para que las autoridades sanitarias de los estados miembros, y otras autoridades e innovadores mundiales, tengan acceso y compartan herramientas digitales, ideas y mejores prácticas para aportar soluciones que ayuden a la detección, prevención, respuesta y recuperación de COVID-19.

No se trata de una herramienta dirigida al consumidor o al paciente, sino que se centra en poner en consonancia los esfuerzos de los innovadores, con los agentes apropiados de los gobiernos y los organismos de las Naciones Unidas, con el fin de resolver los múltiples desafíos que plantea la enfermedad COVID-19.

Organización Internacional del Trabajo (OIT)

Es una agencia de la ONU, que reúne a gobiernos, trabajadores y empresarios de 188 Estados miembros. Su propósito es el de establecer normas de trabajo, formular políticas laborales y elaborar programas que promuevan el trabajo decente para todos.

La OIT se ha puesto a trabajar en dar respuesta a las siguientes cuestiones: ¿Cómo ha afectado el virus SARS-CoV-2 al trabajo?, ¿cómo están respondiendo los países?, ¿qué se ha aprendido de esta experiencia hasta ahora?

Como resultado, han catalogado las respuestas en 4 pilares (6). Uno de estos pilares es el de “proteger a los trabajadores en el lugar de trabajo”, con 5 acciones para fortalecer este pilar:

Reforzar las medidas de SST
Adaptar las modalidades de trabajo (por ejemplo, el teletrabajo)
Prevenir la discriminación y la exclusión
Permitir el acceso a la sanidad para todos
Ampliar los recursos a un permiso retribuido recuperable

Fuente: news.un.org (7)

Susan Hayter, asesora técnica de la OIT encargada de analizar la evolución futura del trabajo, dice (7) que el “futuro ha llegado antes de lo previsto, cambiando radicalmente nuestra forma de trabajar” y que “el teletrabajo, se convertirá en la forma habitual de organizar el mercado laboral”. Esta situación conlleva ventajas e inconvenientes:

Aunque el teletrabajo ha permitido seguir operando y garantizar la salud y la seguridad de los trabajadores de muchas empresas, se han desdibujado las líneas entre la jornada laboral y el tiempo libre, causando un aumento de estrés y la posibilidad de riesgos para la salud mental.
El teletrabajo ofrece la posibilidad de extender la vida laboral a los trabajadores de más edad y experimentados, y brinda oportunidades de trabajo a las comunidades rurales. Sin embargo, para ellos se agrava la sensación de aislamiento y la pérdida de identidad y reconocimiento social del trabajo.

La OIT estima (8) que hasta 25 millones de personas podrían quedarse sin empleo, y que la pérdida de ingresos de los trabajadores podría llegar a los 3,4 billones de dólares estadounidenses. Sin embargo, ya se está viendo que el cálculo se quedará corto frente a la magnitud del impacto. Además (9), más de 436 millones de empresas de todo el mundo se enfrentan a graves riesgos por la interrupción de sus actividades como consecuencia del COVID-19.

Fuente: theharrispoll.com

The Harris Poll, Business RoundTable y Gartner

The Harris Poll realiza encuestas en EE. UU. cada dos semanas, como servicio gratuito, para detectar el estado de la opinión sanitaria, pública, política y empresarial sobre el brote del COVID-19.

Resaltamos algunos datos relevantes (10) que tienen relación con el objetivo de este artículo:

Una abrumadora mayoría de los estadounidenses (89%) cree que esta pandemia ha expuesto los problemas estructurales subyacentes, y que las grandes empresas deben «reestablecer» sus prioridades. Una cuarta parte (25%) de los estadounidenses llegan a argumentar que el capitalismo ya no es bueno para la sociedad.
Tres cuartos (76%) de los estadounidenses afirmaron que recordarían los pasos en falso que las empresas hicieron durante la pandemia «mucho después de que haya terminado«. Los consumidores ya están cambiando su demanda: Amazon se vio obligado a gastar $ 4 mil millones adicionales en su respuesta COVID-19, ya que en abril perdió 8 puntos de cuota de mercado, según Rakuten Intelligence. Main Street a Wall Street: Tenemos recuerdos largos: (80%) de los estadounidenses dicen que recordarán las compañías que «hicieron lo correcto por sus trabajadores«.
El (82%) de las PYMES están tomando medidas concretas para mejorar el bienestar de los empleados. La acción más efectiva es aumentar la flexibilidad para equilibrar la vida laboral con la familiar (44%), seguido de reuniones virtuales (10%) y una mayor visibilidad del equipo directivo (10%).
El (40%) de las pymes líderes han realizado algún tipo de cambio en su modelo de negocio para que sea más digital.

Business RoundTable, asociación de CEOs de las principales empresas norteamericanas, ha anunciado la publicación de una nueva Declaración sobre el Propósito de una Empresa, firmada por 181 CEOs que se comprometen a liderar sus empresas en beneficio de todos los interesados: clientes, empleados, proveedores, comunidades y accionistas (11):

“Las principales empresas están invirtiendo en sus trabajadores y comunidades porque saben que es la única forma de tener éxito a largo plazo” Jamie Dimon, Chairman and CEO of JPMorgan Chase & Co.
“Los CEOs trabajan para generar ganancias y devolver valor a los accionistas, pero las empresas mejor gestionadas hacen más. Ponen al cliente primero e invierten en sus empleados y comunidades. Al final, es la forma más prometedora de generar valor a largo plazo» Tricia Griffith, President.

«Esta es una noticia tremenda porque es más crítico que nunca que las empresas del siglo XXI se centren en generar valor a largo plazo para todos los interesados y abordar los desafíos que enfrentamos, lo que dará como resultado una prosperidad y sostenibilidad compartidas tanto para las empresas como para la sociedad” Darren Walker, presidente de la Fundación Ford.

Fuente: ehstoday.com (12)

Gartner, la prestigiosa empresa consultora y de investigación de tecnología de la información, ha realizado una encuesta a 800 ejecutivos de RR.HH., de la que resaltan los siguientes datos (12):

El 48% de los empleados probablemente trabajarán a distancia al menos parte del tiempo después de la pandemia de COVID-19.
El 74% de los directores financieros tienen la intención de aumentar el trabajo a distancia en su organización después del brote.
Los empresarios querrán saber si alguno de sus empleados tiene los anticuerpos COVID 19.
Los empresarios ampliarán su participación en la vida de sus empleados aumentando el apoyo a la salud mental, ampliando la cobertura de la atención de la salud y proporcionando apoyo financiero a la salud durante y después de la pandemia.
Será necesario entender cómo involucrar a los trabajadores en la cultura del equipo. Crear una cultura de inclusión es ahora aún más importante.
Será necesario rediseñar organizativamente las empresas para que sean más resilientes. La resiliencia será tan importante como la eficiencia en el diseño organizativo de las empresas.
Ofrecer carreras más variadas, adaptables y flexibles ayudará a los empleados a adquirir los conocimientos y la capacitación interfuncionales necesarios para que las organizaciones sean más flexibles.
Además, las organizaciones deberían pasar de tratar de «predecir» (orientarse a un conjunto específico de aptitudes futuras) a «responder» (estructurarse de manera que se pueda corregir rápidamente el rumbo con el cambio).

Fuente: ilo.org (13)

Conclusiones

Analizando conjuntamente toda la información extraída podemos sintetizar:

La WEF demanda cooperación global entre gobierno, organizaciones internacionales y los sectores empresariales. Esta cooperación de múltiples accionistas debe estar enfocada a promover la cooperación Pública-Privada para apostar decididamente por la innovación ante los grandes retos que se presentarán en el mundo laboral.

Las nuevas tecnologías en prácticas laborales, así como el teletrabajo, constituirán el trabajo digital. El trabajo digital será la “nueva realidad”. El trabajo digital generará unas ventajas y unos inconvenientes, y planificar y gestionar los riesgos laborales que surgirán del trabajo digital será la piedra angular de la SST.

Habrá una sensibilización mayor para adquirir productos certificados, y todos los países trabajarán en adaptar las normativas legislativas, mecanismos de aseguramiento de cumplimiento de las normas, formación y redes de información para lograr un entorno de trabajo seguro y sano.

Llega un cambio de paradigma del sistema capitalista, donde los accionistas no serán el único eje de dirección para el crecimiento y sostenibilidad de las empresas. La inversión en los trabajadores, así como en todos los agentes implicados, serán ejes clave a tener en cuenta por los directivos de las organizaciones.

Será necesaria una voz respetable de agregación de información para resolver el problema de la proliferación de la información contradictoria, tanto científica como de buenas prácticas.

Deseamos que nuestros lectores puedan compartir sus conclusiones, así como el escenario futuro que prevén, en el espacio para comentarios.